Sobre
la actual situación del Movimiento Comunista
Crisis
en el Movimiento Comunista
El
movimiento comunista, tanto en nuestro Estado como a nivel
internacional, se encuentra en una situación de derrota desde la
caída del bloque soviético, esto es tan evidente ahora, como hace
más de una década, a pesar de que el revisionismo de todo pelaje,
asegura que en situaciones de crisis económica, el comunismo podrá
ponerse una vez más a la ofensiva contra el capital.
Este
axioma revisionista, descansa sobre la creencia de que el movimiento
revolucionario es resultado de una agudización de las luchas
parciales de las masas, que en algún momento sufrirá un cambio
cualitativo que genere una crisis política. Sin embargo la práctica
social nos devuelve a la realidad, al observar que por muchas
Huelgas Generales o luchas inmediatas de cualquier tipo que se den,
el capitalismo sigue igual de consolidado como residual es nuestro
movimiento.
En
este estado de confusión en el que se encuentra la vanguardia, la
única meta visible para la mayoría de ésta, es el seguir yendo a
rebufo del movimiento espontáneo, con la esperanza cuasimística de
que las masas reaccionen e
identifiquen a su salvador
del infierno de la explotación y le sigan como borregos siguen al
pastor. No obstante las masas son bastante más capaces de defender
sus intereses económicos de lo que a muchos les parece y desde luego
para dicho objetivo inmediato no es necesario que, tal y como se
pretende, los comunistas pasen a ser sindicalistas profesionales, en
vez de revolucionarios
profesionales, como
algunos insistimos que debería ser en
base a la propia experiencia histórica.
Reconstituyamos el futuro
En
estos momentos es de vital importancia recordar uno de los pilares
que nos legó el marxismo, aquello de que “sin teoría
revolucionaria no puede haber tampoco movimiento revolucionario”.
Y es que tras décadas de
hegemonía revisionista, el marxismo del que somos depositarios no
puede más que estar adulterado y alejado de aquella cosmología que
un día si estuvo puesta al día. La crisis de nuestro movimiento es
fruto del fracaso de una época anterior. De esto se deduce la
necesidad imperante de
acometer un balance completo en el seno de la vanguardia en clave de
Lucha de Dos Líneas sobre la experiencia acumulada que cargamos
sobre las espaldas, pero
que no somos capaces de comprender ni por lo tanto asimilar. Este
balance debe de ser resuelto honestamente, sin apriorismos y de su
desenlace dependerá la próxima oleada revolucionaria de la clase
obrera.
El analizar correctamente la
experiencia histórica anterior, debe de servirnos para detectar los
elementos que son de aplicación universal, así como comprender las
fallas que permitieron desterrar nuestro movimiento a la situación
paupérrima actual, solo de este modo podremos acometer un futuro
emancipador con garantías reales de éxito. En definitiva, se trata
de sintetizar la práctica social en teoría revolucionaria, lo cual
es una necesidad práctica y no una cuestión libresca como muchos
sindicalistas-comunistas insinúan.
Esta propuesta de reconstitución
de la teoría, no se trata de una completa novedad, salvo por sus
dimensiones, que abarcan un largo recorrido histórico comenzando por
la revolución de octubre y las premisas que lo hicieron posible,
hasta llegar al final de dicho ciclo, con la caída del bloque
social-imperialista soviético. Tiempo atrás ya habían realizado
balance crítico de la Comuna de París Marx y Engels, lo cual sirvió
para poner los cimientos del futuro estado socialista. Así
mismo, Lenin supo sintetizar acertadamente la experiencia previa a la
par que luchar contra las posiciones oportunistas, gracias a lo cual
se desarrolló la teoría del Partido Comunista y se implementó en
la práctica con la Revolución de Octubre.
Del mismo modo sin la existencia de esto difícilmente conoceríamos
la Guerra Popular desarrollada en China y que hasta hoy nos lega
actividad en diversos puntos como la India.
Esta es una enseñanza de vital
importancia para el futuro revolucionario de nuestra clase, puesto
que nos muestra cómo sólo a partir del decidido análisis de la
experiencia práctica en clave de lucha ideológica contra el
revisionismo, el marxismo puede volver a renacer como cosmovisión
revolucionaria de nuevo tipo capaz de fusionarse, esta vez si,
con las masas, formando un Movimiento Revolucionario con capacidad
emancipadora y garantía de éxito.
Juventud Comunista de Zamora
Juventud Comunista de Almería
Septiembre de 2013
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